Juan Gabriel Arias es un sacerdote misionero porteño que en 2014 decidió instalarse en Mozambique para trabajar con la comunidad local;
“Cuando vine por primera vez, en el año 2000, la experiencia me quemó la cabeza. Todavía hay lugares donde no saben de Jesús. Para mí, trabajar como cura en Mozambique es como para un jugador de fútbol jugar el Mundial: es lo máximo”.
Juan Gabriel entiende su sacerdocio en sentido 100% misionero. Todo lo que hace o dice surge de ese sentido, es el telón de fondo de todas sus acciones, lo que organiza su vida. El lugar de interpretación de sus trabajos y opciones. Se siente llamado a evangelizar, especialmente, a los que están más alejados.
El envío de Jesús a sus discípulos a misionar, para él, es clave. Un mensaje central del evangelio. Y no sólo para los sacerdotes, incluso para todos los bautizados. Es una actitud de vida.
“A algunos, Dios nos dá el privilegio de poder ir a lugares donde la iglesia no está establecida. Lo que se llama Misión de ad gentes.
Trabajar pastoralmente entre los más pobres, es estar en presencia continua de Jesús, que se nos manifiesta constantemente. Las viviendas precarias, ranchos, chozas, son como sagrarios vivientes. Lugares sagrados. A los cuales hay que entrar con mucho respeto, en espíritu de oración. Con alegría y amor. Dispuestos a escuchar lo que Dios tiene para decirnos en esas personas.Cuanto más vieja, pobre, o abandonada es la persona, más refleja a Jesús. Más despierta mi adoración y ganas de estar con ella. Tiene más para enseñarme.“
